Había pasado tanto tiempo desde la última vez que realmente me senté a charlar con El, no fue fácil admitir que estaba en un error, pero al fin pude hacerlo. Tampoco fue fácil poder expresarme correctamente, las palabras no me fluyen tanto como si estuviera escribiendo. Le dije que realmente necesitaba de El y que sin querer me había alejado un día y de pronto se mi hizo tan fácil volver a ser quien era antes. Creo que cuando te acostumbras a algo es difícil dejarlo atrás. Pero se que el me comprendió, se que El me perdono, como lo ha hecho tantas veces antes. Nuestra charla fue luego de unos minutos mas fácil, como aprender a andar en bicicleta, nunca se olvida. Pero preferí retomar mi comunicación con El despacio y con pasos de bebe. Se que el me va a comprender, por que solo soy un ser humano, y cometo errores. Se que me ha escuchado, siempre me escucha, pero por un momento olvide que el estaba ahí. Y fui tratando de engañarme. Comencé a alejarme pensando que un paso mas hacia atrás no haría mayor diferencia y después de algunos pasos, me di cuenta de pronto que me había alejado demasiado. Pero El siempre estuvo ahí, yo fui la que me ausente. Y mi ausencia me ha dolido, pero se que le ha dolido mas a El. Esta mañana decidí pedirle perdón, perdón por tratar de engañarme, le di gracias por que aunque yo no estuve, el estuvo a mi lado, Alabe su nombre, por que su presencia siempre la sentí aunque quise negarlo, y le pedí su protección siempre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario